Artículo de Opinión.-
¿Hasta cuándo seguirán abusando de nuestra paciencia?
por Leopoldo Afonso.-
Llevamos los ciudadanos españoles algo más de un mes confinados en nuestros hogares. Treinta y tres días protegiéndonos y protegiendo a los demás, pero también treinta y tres días esperando unas medidas socio-económicas que no han llegado. Y las que han llegado, lo han hecho tarde y mal. El Gobierno de la Nación, como nos viene acostumbrando cada vez que la izquierda dirige este país, reaccionó a esta pandemia de Coronavirus con las mismas destreza y eficacia con las que el Coyote intentaba cazar al Correcaminos: tenía ya conocimiento algún que otro ministro, en los primeros días del mes de marzo, de la tragedia que se avecinaba (no había más que atender las recomendaciones de la OMS y mirar a países como China e Italia), pero la determinación de Pedro Sánchez fue la de cruzarse de brazos y pensar que, seguramente, los masivos eventos a celebrar en días posteriores le supondrían unos excelentes datos en la siguiente encuesta de intención de voto, emitida por el "siempre transparente" CIS de Tezanos. El resultado real ya lo hemos venido padeciendo: el caos y la falta de medios para sanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y demás trabajadores de servicios esenciales; los verdaderos héroes de esta pandemia. Y, mientras, continúa el Gobierno de Sánchez e Iglesias dejando por el camino a millones de autónomos, desatendidos y asfixiados económicamente, a quienes ningún paquete real de medidas se les ha ofrecido para que no llegue la ruina y la miseria a sus negocios y hogares. Y, como no puede ser de otra manera, los mismos derroteros ha tomado el (des)Gobierno municipal de Puerto de la Cruz. Desde el Partido Popular, el día 14 de marzo nos pusimos a disposición del Alcalde Marco González para ir de la mano con él y su equipo. Presentamos incluso una serie de medidas en ese mismo momento, para intentar paliar las terribles consecuencias del Covid-19 sobre el tejido económico y social de la ciudad; medidas que se han completado con las 35 propuestas presentadas también por el PP portuense el pasado 9 de abril, con la voluntad de que el remanente de Tesorería de casi 20 millones de euros dejado por el Gobierno de Lope Afonso se pueda destinar a ayudar no sólo a autónomos y pymes del municipio, sino también a colectivos socio-sanitarios que se están viendo en el más absoluto abandono, así como a enfermos y personas en riesgo de exclusión social. Sin embargo, la respuesta inicial del Alcalde Marco González fue muy clara: "no se puede legislar de abajo para arriba", "esperaremos a que los gobiernos central y autonómico adopten medidas". Habría que explicarle al primer edil, para comenzar, que él no tiene potestad legislativa; y, en segundo lugar, recomendarle dejar de lado la soberbia y pasividad ante su falta de ideas, y atender las que se les ha proporcionado desde la Oposición y también desde distintos colectivos del municipio. Cierto es que en el Pleno del pasado día 14 de abril fueron aprobadas una serie de medidas, de carácter asistencial, para intentar paliar los efectos de esta pandemia en algunos sectores desprotegidos; pero, a todas luces, resultan ser medidas insuficientes que dejan en el olvido a los cientos de pymes y autónomos que ejercen su actividad en nuestro municipio. Pero tampoco hay que recrearse únicamente en la manifiesta incapacidad del Alcalde y su equipo de gobierno: sirvan también estas líneas para recomendar humildemente a Marco González que renuncie al triunvirato asesor que le viene aconsejando, compuesto por tres eminencias que, entre otros, cuentan con el mérito de hundir económicamente el Puerto de la Cruz en distintos períodos de nuestra democracia. Aunque ¿quién soy yo para cuestionar la labor asesora de los tres sabios, quizás más ocupados en decidir qué disck jockey contratarán para los próximos carnavales; o qué animalito decorará, a modo de flotador, la cintura del Alcalde en el próximo carnaval de verano? En definitiva, nuestra triste realidad es que nos hallamos en manos de gobiernos socialcomunistas, a quienes ocupa y preocupa, por encima del bienestar de sus ciudadanos, quién controla el Centro Nacional de Inteligencia, no actuar cuando Marruecos delimita como suyas aguas que son españolas o, en el caso de nuestro municipio, no adoptar medidas (léase bonificación, exoneración,...) sobre los tributos cuya exacción corresponde a la Administración Local. Y estos sólo son algunos ejemplos. Y es que, como diría el gran jurista romano Cicerón: "¿Hasta cuándo -Sánchez, Iglesias y González- seguirán abusando de nuestra paciencia?".
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