Artículo de Opinión.- Justicia.

Artículo de Opinión.-

Justicia. Por Leopoldo Afonso

Veintiún meses han transcurrido desde que Lope Afonso, nuestro Alcalde, fuera condenado por un delito que jamás cometió, con motivo de una denuncia promovida y presentada por quienes no tienen oficio ni beneficio, y pretendían aferrarse a la política para asegurar su triste existencia.

No seré yo quien dé publicidad a unos individuos -han demostrado no merecer la denominación de "personas"- cuya ausencia de moralidad les llevó a perseguir injustificadamente a un hombre honesto y bueno, consiguiendo destruir -al menos por ese margen de tiempo- su prometedora carrera política. No descenderé a ese nivel tan bajo y despreciable. Porque la intachable imagen pública y la reputación de Lope jamás consiguieron menoscabarla.

Por fin se ha hecho justicia: la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife le ha absuelto. Nada queda ya de aquella aberrante pena de inhabilitación -prácticamente idéntica a la que se le impuso al socialista Manuel Chaves, y ya con esta semejanza se entiende la tremenda injusticia- que le fue impuesta en primera instancia. La Justicia da razones de peso para seguir creyendo en ella, pero los largos meses de sufrimiento son difíciles de reparar.

Cierto es que la sociedad en general, y la portuense en particular, se ha volcado con Lope: desde amigos y compañeros de Partido, hasta muchos que militan en otros, pasando por una ingente cantidad de personas que siempre le han tenido cariño, han celebrado la excelente noticia recibida. Ni qué decir tiene que para Lope, en primer lugar, y para su familia y amigos más íntimos, este apoyo que siempre se nos ha brindando ha infundido fuerza y ánimo para continuar adelante en este período tan difícil. No podemos tener más que palabras de agradecimiento.

Atrás felizmente quedaron esos duros momentos, en los que teníamos incluso que soportar la hipocresía de aquéllos pocos que venían a pasarte la manita por el hombro para luego clavarte el puñal por la espalda. Atrás quedaron también manifestaciones públicas tan deleznables como las del actual Alcalde portuense, Marco González, y su Partido, cuando se atrevieron a manifestar que Lope Afonso arrastraba el nombre de Puerto de la Cruz por el banquillo de los acusados, con profundo desprecio al derecho a la presunción de inocencia de quien ni siquiera había sido condenado en aquel momento. Ha quedado, pues, más que claro cuál es el nivel de elegancia del actual primer Edil -y también el de alguno de sus socios de gobierno-, y el poco respeto al Estado de Derecho que tiene la Agrupación socialista portuense. Cierto es que nada distinto puede esperarse de un Alcalde que no escatima esfuerzos en reprochar a la Oposición, en redes sociales, que precisamente haga oposición (parece absurdo y ridículo, ¿verdad?), en lugar de trabajar por sacar a nuestra ciudad del letargo al que él y su desgobierno, en sólo dos años de mandato, han vuelto a condenar. Cuando no hay ideas ni ganas de trabajar, la izquierda siempre nos expone a esta indecente situación.

Y es que, tristemente, hay quienes aún deben aprender que en política, y en la vida en general, no todo vale. La absolución de Lope Afonso lo ha vuelto a dejar más que demostrado