El Partido Popular recuerda al gobierno PSOE-ACP que el problema del edificio en ruinas "no tiene una base urbanística, sino jurídica", y subraya que puede "derribarse o rehabilitarse"
El Partido Popular del Puerto de la Cruz considera que el alcalde, Marco González (PSOE), yerra al plantear posibles soluciones urbanísticas al histórico conflicto del edificio Iders, "puesto que el problema tiene una base jurídica y no precisamente urbanística". Los populares subrayan que solo hay dos alternativas para que el Iders deje de ser un monumento al abandono en plena ciudad turística: un acuerdo entre los propietarios o una expropiación que "tendría que estar muy bien justificada".
El PP opina que el alcalde se equivoca al mencionar la Ley del Suelo y el segundo Plan de Modernización y Mejora (PMM II) como las herramientas necesarias para acabar con un problema que "inició un gobierno municipal del PSOE en 1991".
"Las dos posibles soluciones para este problema son la de derribar el edificio y hacer uno nuevo con la reducción de volumetría exigida por el Plan General de Ordenación (PGO) o reformar la actual edificación con sus características arquitectónicas actuales. Pero ambas alternativas pasan por un acuerdo entre los propietarios, tal y como dictaminó un juez", recuerda el presidente del PP portuense y edil, Ángel Montañés.
"El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz únicamente podrá actuar ejecutando de forma subsidiaria alguna de las dos acciones anteriores procediendo, de forma previa, a un proceso de expropiación justificada de la parcela, ya que no existe división horizontal tras una sentencia judicial", añade Montañés.
El pasado mes de mayo, el exalcalde Lope Afonso (PP) anunció que la Policía Local intervendría para identificar a los okupas que residen en el Iders y tratar de lograr un desalojo voluntario del inmueble. La presencia de personas sin hogar en el inmueble es motivo de quejas por parte del vecindario y de incidentes como el incendio que se produjo también en mayo.
El problema de los okupas aún persiste tanto en el Iders como en la vieja piscina municipal.
El interminable conflicto del edificio Iders comenzó en 1991, cuando el Ayuntamiento portuense ordenó su desalojo por una presunta aluminosis que en 2007 se demostró que no afectaba a la estructura del inmueble. Desde entonces se han producido varios intentos fallidos de rehabilitación debido al enfrentamiento entre algunos de los propietarios que fueron desalojados hace 28 años y el empresario que fue adquiriendo las propiedades hasta hacerse con la mayoría de ellas. Debido a este enquistamiento, el inmueble permanece en estado ruinoso en pleno centro del Puerto de la Cruz desde hace casi tres décadas.
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